Ø Dábamos ya la vuelta a una de las colinas de
la vereda, en las que solían divisarse desde la casa viajeros deseados; volví
la vista hacia ella buscando uno de tantos seres queridos: María estaba bajo
las enredaderas que adornaban las ventanas del aposento de mi madre.
Ø Era ya la última jornada del viaje, y yo gozaba de la más perfumada mañana
del verano. El cielo tenía un tinte azul pálido: hacia el oriente y sobre las crestas
altísimas de las montañas, medio enlutadas aún, vagaban algunas nubecillas de
oro, como las gasas del turbante de una bailarina esparcidas por un aliento
amoroso. Hacia el sur flotaban las nieblas que durante la noche habían embozado los montes lejanos.
Ø Un frondoso y corpulento naranjo, agobiado de frutos maduros, formaba
pabellón sobre el ancho estanque de canteras bruñidas: sobrenadaban en el agua
muchísimas rosas.
Ø En mi ausencia, mi padre había mejorado sus propiedades notablemente: una
costosa y bella fábrica de azúcar, muchas fanegadas de caña para abastecerla,
extensas dehesas con ganado vacuno y caballar, buenos cebaderos y una lujosa
casa de habitación, constituían lo más notable de sus haciendas de tierra
caliente.
Ø Los resplandores que delineaban hacia el oriente las cúspides de la
cordillera central doraban en semicírculos sobre ella algunas nubes ligeras que
se desataban las unas de las otras para alejarse y desaparecer.
Ø Las verdes pampas y selvas del valle se veían como al través de un vidrio
azulado, y en medio de ellas algunas cabañas blancas, humaredas de los montes
recién quemados elevándose en espiral, y alguna vez las revueltas de un río. La
cordillera de occidente, con sus pliegues y senos, semejaba mantos de
terciopelo azul oscuro suspendidos de sus centros por manos de genios velados
por las nieblas. Al frente de mi ventana, los rosales y los follajes de los
árboles del huerto parecían temer las primeras brisas que vendrían a derramar
el rocío que brillaba en sus hojas y flores.
Ø El trueno de su raudal se iba aumentando, y poco después descubrí las
corrientes, impetuosas al precipitarse en los saltos, convertidas en espumas
hervidoras en ellos, cristalinas y tersas en los remansos, rodando siempre
sobre un lecho de peñascos afelpados de musgos, orlados en la ribera por
iracales, helechos y cañas de amarillos tallos, plumajes sedosos y semilleros
de color de púrpura.
2. FRAGMENTOS DE LOS TEMAS FUNDAMENTALES EN MARIA
EL AMOR
Ø
¡Los
perfumes que aspiraba eran tan gratos, comparados con el de los vestidos
lujosos de ella, el canto de aquellas aves sin nombre tenía armonías tan dulces
a mi corazón!
Ø María me ocultaba sus ojos tenazmente; pero pude admirar en ellos la
brillantez y hermosura de los de las mujeres de su raza, en dos o tres veces
que a su pesar se encontraron de lleno con los míos; sus labios rojos, húmedos
y graciosamente imperativos, me mostraron sólo un instante el velado primor de
su linda dentadura.
Ø La voz de María llegó entonces a mis oídos dulce y pura: era su voz de
niña, pero más grave y lista ya para prestarse a todas las modulaciones de la
ternura y de la pasión.
Ø
¡Cuán
feliz hubiera yo vuelto a ver a María, si la noticia de ese viaje no se hubiese interpuesto desde aquel momento entre mis esperanzas y ella!
Ø Cerré las puertas. Allí estaban las flores recogidas por ella para mí; las
ajé con mis besos; quise aspirar de una vez todos sus aromas, buscando en ellos
los de los vestidos de María; bañélas con mis lágrimas…
Ø Mas me deleitaba imaginando cuán bella quedaría una de mis pequeñas
azucenas sobre sus cabellos de color castaño luciente.
LA MUERTE
— No, hija; pero
tu papá creyó que tu enfermedad necesitaba precauciones...
— ¿Precauciones?...
¿No estoy yo buena ya? ¿No creen que no volveré a sufrir nada?
¿Cómo puede Efraín
ser causa de mi mal?
— Sería
imposible... queriéndote tanto, y quizá más que tú a él.
3. IDENTIFIQUE LOS SENTIMIENTOS DE LOS PERSONAJES:
Ø MARIA: Duda, deseo, incertidumbre y amor. Niña dulce y bondadosa,
delicada y atenta con sus padres, respetuosa y honesta; se enamora de su primo
Efraín hasta llegar al punto de desear la muerta si no está con él. Es soñadora
y un poco inocente, capaz de enfrentarse a cualquiera por defender su amor; es
detallista y protectora de las hermanas de Efraín.
Ø EFRAÍN: Duda, amor, calma, admiración. Hijo mayor y único
hombre; protector de sus hermanas, inteligente y buen mozo; Enamorado de María
desde la infancia, es perseverante y actúa siempre de manera coherente con sus
pensamientos; a pesar de as adversidades se enfrenta a sus padres por el amor
de María, lucha por sus ideales, es fuerte y a la vez noble.
Ø PADRE DE EFRAÍN: Hombre de negocios, alto, buen mozo en su juventud, de carácter firme pero comprensivo. Siempre pendiente de sus hijos adopta a su sobrina María y la introduce a la religión católica.
Ø MADRE DE MARÍA: Mujer bondadosa, amorosa, leal y acomedida. Se encarga de educar a su sobrina María desde la niñez. Ama de casa siempre pendiente de los quehaceres y su familia.
Ø PADRE DE EFRAÍN: Hombre de negocios, alto, buen mozo en su juventud, de carácter firme pero comprensivo. Siempre pendiente de sus hijos adopta a su sobrina María y la introduce a la religión católica.
Ø MADRE DE MARÍA: Mujer bondadosa, amorosa, leal y acomedida. Se encarga de educar a su sobrina María desde la niñez. Ama de casa siempre pendiente de los quehaceres y su familia.
4. REDACTE UNA CARTA DONDE EXPRESE SU AMOR Y ADMIRACIÓN HACIA SU ENAMORADO.
Amor:

No hay nada mas que pueda decir,
no hay manera perfecta para plasmar que hay algo dentro de mi que me obliga a
estar a tu lado, a desearte siempre, a crear esta necesidad tan fuerte de ti y
de querer todo contigo …
Te amo y te amaré por siempre.
5. SI HUBIERA SIDO EL AUTOR DE LA NOVELA ¿QUÉ FINAL LE HUBIERA DADO?
Luego de la partida de Efraín a Londres, el queda muy preocupado por la salud de su amada Maria, por lo que decide investigar mas a fondo sobre esta condición que ella padece. Obsesionado por encontrar una cura o una solución a su problema descuidó sus estudios en Londres por lo cual se retiró de la universidad y se dedicó durante un año a encontrar la cura a esta enfermedad y así poder tener una vida al lado de la mujer que amaba.
Sin saber si tanto esfuerzo funcionaría y arriesgando todo lo que tenía, decidió llevar al mejor médico especializado en la epilepsia hasta donde María se encontraba.
Al llegar a su hogar, nota la sorpresa de su amada, pero la felicidad escondida tras sus ojos y su auténtica belleza era evidente para él, que ya la conocía muy bien; Comenzó entonces sus tratamientos, y su mejoría fue aumentando cada vez más, hasta que sin pensarlo, llegó el día en que en sus diagnósticos no se reflejaba ningún rastro de la enfermedad.
El amor lo había hecho todo, y fue así como ambos decidieron seguir su vida juntos en Londres; Efraín culminó sus estudios, tuvo un buen empleo y una hermosa familia con María y sus mellizos.
Hola Viviana, felicitaciones muy bonito su trabajo.
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